MÁS PROCLIVES HOMBRES QUE MUJERES AL SUICIDIO.
Ricardo Caballero de la Rosa
El suicidio es un problema que va más allá del campo psicoanalítico y de salud pública. Su multicausalidad es compleja, aunque a veces se le asocia a factores como depresión, melancolía, duelo o cobardía moral. Hay varios estudios sociológicos acerca del tema que lo visualizan como un evento no solo individual sino de orden social.
Uno de los más destacados es el estudio sobre El suicidio de Emile Durkheim, autor que relaciona el fenómeno con factores económicos, climáticos, geográficos, así como a eventos como la guerra o la religión. Hoy se hablaría de factores asociados a la tecnología, la deshumanización, la pérdida de identidad o las crisis capitalistas.
Al tratarse de un evento individual de alto impacto social y trascendencia mediática y comunicativa, incluso política y de género, las cifras son sorprendentes en particular en nuestro país.
Según el INEGI los datos más recientes de 2021 señalan que las estadísticas de mortalidad reportaron que del total de fallecimientos en el país (1 millón 093 mil 210), 8 mil 351 fueron por lesiones autoinfligidas (suicidio), lo cual representa una tasa de suicidio de 6.5 por cada 100 mil habitantes, con una tasa de 10.9 suicidios por cada 100 mil (6 mil 785) para los hombres y de 2.4 por cada 100 mil (1 mil 552) pata las mujeres, es decir, 22 suicidios de mujeres por cada 100 hombres.
Según los datos presentados por el INEGI, al parecer el grupo con mayor riesgo de fallecimiento por homicidio es el de las personas de 15 a 29 años, con una tasa de 10.4 por cada 100 mil. A este sigue el grupo de 30 a 59 años, con 8.3 por cada 100 mil. Los hombres de 15 a 29 años son el grupo con mayor riesgo debido a que ocurren 16.2 suicidios por cada 100 mil hombres entre estas edades.
Los datos de suicidio en la población joven son preocupantes, pues en personas de 15 a 29 aumentó en los últimos años. En efecto, en 2015 la tasa fue de 8.1 muertes por lesiones autoinfligidas por cada 100 mil personas en este grupo. En 2021, dicha tasa llegó a 10.4 por cada 100 mil personas, un aumento de 28.3%.
En el caso de los hombres de 15 a 29 años, el aumento en el riesgo de suicidio aumentó de 12.4 en 2015 a 16.2 en 2021 por cada 100 mil en esas edades, es decir, un aumento de 30.6%.
Estos datos indican que la población joven del país debe estar atendida mediante políticas amplias que cubran sus principales expectativas y que atiendan el impacto de diversos factores, como económicos, culturales, ambientales, de género y de índole política, sobre sus proyectos individuales de vida, así como sobre sus visiones prospectivas acerca del papel que les toca cumplir en la sociedad.
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