DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE VIDA Y VIOLENCIA DE GÉNERO.
Ricardo Caballero de la Rosa
Decía Albert Hirschman que organizaciones y consumidores suelen reaccionar, frente a lo que consideran un deterioro en la calidad de los servicios y beneficios que reciben, mediante salida o voz.
La salida es el acto de simplemente marcharse debido a que se cree que otra organización o firma o gobierno suministrará mejores bienes, servicios y beneficios. La voz consiste por su parte en un acto de queja o de organización de la queja o la protesta a fin de lograr de manera directa una recuperación de la calidad que se ha visto dañada.
Hoy confluyen la salida y la voz. Las mutaciones parecen interminables como resultado del empeoramiento de las condiciones laborales, la merma del salario y el avance de la informalidad laboral.
Las voces se han multiplicado y se repiten de manera constante. La voz crece y tiene sello de mujer, pues son ellas las menos protegidas, las más afectadas, las más vulnerables. En una sociedad aún con graves problemas de género, aunque se ha avanzado, siguen presentándose hechos de violencia, de discriminación, de muerte en contra de las mujeres. Esto debe parar drásticamente.
Pero la gravedad de la situación está en que entre las salidas y las voces hay un gobierno que no se involucra, un gobierno que desconoce las salidas e ignora las voces con la sardónica sonrisa de quien se cree está por encima de unas y otras.
La economía no crece. Las salidas son reales. El año 2019 fue fatal: el PIB cayó -0.1% frente a 2018, con series desestacionalizadas. Además, en su comparación anual, el PIB tuvo un retroceso real de -0.4% durante el cuarto trimestre de 2019 con relación al mismo lapso de 2018. Por grandes grupos de actividades económicas, el PIB de las secundarias se redujo -1.9%, mientras que el de las primarias avanzó 1.7% y el de las terciarias no mostró cambio en igual periodo.
La violencia se recrudece, en particular contra mujeres. En 2019 se registraron 976 presuntos actos de feminicidio, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Las activistas de este país han dado a conocer que al mes de febrero se habían registrado 265 terribles feminicidios.
Nuevamente la salida y la voz, pero la salida como opción de escape, aunque sigue funcionando en la acumulación de la informalidad y la entrega de dinero público en varios grupos de población (amas de casa, jóvenes, estudiantes, adultos mayores), esta vertiente económica y de incentivación desde el gasto público no ha logrado absorber la variable de la impunidad, que es el detonante que hace que la voz sea la vía de escape actual, sobre todo de las mujeres.
La voz como vía de escape seguirá creciendo, en tanto no logren las opciones de salida coparla y detener su empuje, lo cual se ve difícil dado el clima de inseguridad en el país y de violencia contra las mujeres. Ya lo ha advertido el propio Hirschman: puede haber situaciones en que la salida (profundización de la crisis y pobreza) y la voz se refuercen mutuamente y logren un colapso. Así la situación de tensa irrupción de deterioro de las condiciones de vida y violencia de género.
