MÉXICO: LLEGÓ LA HORA DE PENSAR Y ACTUAR EN GRANDE.
Ricardo Caballero de la Rosa
La debilidad de la economía nacional es evidente. No hay inversión, no se ha evitado aún que crezca la pérdida de empleo formal y los datos muestran que los mexicanos somos más pobres. La respuesta de política económica a esta situación deberá ser inmediata, firme y amplia. De no hacerlo, el gobierno de la 4T mostrar que su profunda debilidad al no contar con un modelo auténtico de desarrollo y bienestar. Veamos.
Desde mediados de 2018 la inversión fija bruta (formación bruta de capital fijo) ha venido cayendo de manera que, a mayo, y con base en datos del INEGI, con base en cifras desestacionalizadas este registró una disminución en términos reales de -4.5%, respecto al mes de abril de 2020.
Por componentes, los gastos efectuados en maquinaria y equipo total cayeron -9.5% y en construcción -0.5% en el quinto mes del presente año con relación al mes inmediato anterior, según datos ajustados por estacionalidad.
En su comparación anual, la Inversión Fija Bruta se redujo -38.4% en términos reales en el mes en cuestión. A su interior, los gastos en maquinaria y equipo total descendieron -43.8% y en construcción -33.1% con relación a los de igual mes de 2019, con series desestacionalizadas. En resumen, no hay inversión.
En cuanto al empleo, las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señalan que el país ha perdido un total de un millón 117 mil 584 empleos formales durante los cinco meses que van de la pandemia de COVID-19 (marzo-julio) , debido a la parálisis ocasionada en la economía por las medidas de distanciamiento social. Los datos anteriores quieren decir que tan solo en cinco meses se han perdido los empleos que la economía produjo durante dos años.
Con la apertura de algunas actividades económicas, el porcentaje de personas en pobreza laboral se ubicó en 48.1% en junio, lo que representó una reducción de -6.8 puntos porcentuales respecto a mayo, cuando se registró un nivel récord de 54.9%, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Comparado con abril, cuando la población pobre por ingresos se situó en 53.1%, la disminución es de 5 puntos porcentuales. No obstante estos avances, aun con la mejoría observada en junio, todavía existe una brecha respecto del nivel de 35.7% reportado al inicio del año, antes de la pandemia del COVID-19.
El ingreso laboral real per cápita, estimado a partir de los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del INEGI, aumentó 10.4%, al pasar de mil 422.24 pesos en mayo a mil 570.74 pesos en junio de 2020.
Frente a esta realidad, con francos deterioro y algunos eventos positivos, Arturo Herrera, Secretario de Hacienda, ha enfatizado que salir de la crisis económica y de salud se requerirá de anclas para un rápido crecimiento, las cuales provendrán de socios privados, de estructuras de capital y de financiamiento a largo plazo.
Para eso, el gobierno de la 4T deberá dejar de actuar como lo ha venido haciendo, con el fomento de la desunión y el autoritarismo personalísimo presidencial, y ampliar su margen de maniobra y legitimidad mediante la generación de una mayor confianza y respeto a nuestras instituciones , a fin de que los inversionistas otorguen, a su vez, confianza y se promueva la inversión.
Es la hora de pensar y actuar en grande, dejar atrás en verdad el liberalismo y poner en marcha una política económica de carácter social que proteja los empleos con apoyos y evitar así un mayor deterioro de la planta laboral, así como mantener finanzas sostenibles y comenzar una estructurar una reforma que amplíe el espacio fiscal. Además del impulso al tratado comercial de México con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que atraerá la inversión extranjera directa y tendrá efectos positivos en las exportaciones, debe ofrecerse apoyos adicionales a fin de cubrir a la base productiva del país.
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