HACIA LA RECOMPOSICIÓN DE LA RELACIÓN GOBIERNO-EMPRESAS.

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    MAS DE UN MILLÓN DE EMPRESAS CERRARON.

    Ricardo Caballero de la Rosa

    El retiro de Alfonso Romo de la jefatura de la oficina de la presidencia es un hito. Marca dos aspectos: la relación tirante entre el gobierno y los empresarios, la cual, aunque intentó, nunca logró recomponer, no obstante que se dedicó a ello, y los efectos perversos de dicha relación entre el sector privado caracterizado por el hecho de que muchas empresas disminuyeran su ritmo y que otras cerraran, tanto por la crisis económica como por la emergencia sanitaria.

    El presidente Lopez Obrador, tras decisiones que afectaron las expectativas y los intereses de los empresarios, aún no ha logrado generar esa confianza y certidumbre que la iniciativa privada reclama como una de las principales responsabilidades gubernamentales que es el crear los espacios e instancias para la reproducción del capital y las inversiones. En los próximos meses deberá trabajar en ello, sobre todo frente al proceso electoral que está en puerta y que implicará poner a prueba la 4T en 15 entidades federativas del país.

    El sector de las empresas en los últimos meses se ha reconfigurado y ha requerido replantear sus estrategias, tanto para enfrentar la crisis como para seguir laborando en las nuevas condiciones sanitarias.

    La pandemia se ha recrudecido a juzgar por el aumento en el número de muertos y se ha traducido, como sabemos, en una agudización de nuestra circunstancia productiva. En este contexto, el INEGI presentó los resultados de la segunda edición del ECOVID-IE y del estudio sobre la demografía de los negocios 2020. Los resultados son desastrosos.

    Según la encuesta citada, se estima que 86.6% de 1 millón 873 mil 564 empresas en el país, tuvieron alguna afectación a causa de la pandemia. Esta cifra es casi 7 puntos porcentuales menos con respecto a la primera edición en la que 93.2% de las empresas reportó haber tenido alguna afectación.

    Otro dato es la disminución de los ingresos que fue el principal tipo de afectación que reportaron 79.2% de las empresas. En la primera edición, 85.1% de las empresas reportaron este tipo de afectación.

    Por otro lado, de los 4.9 millones de establecimientos del sector privado y paraestatal registrados en los Censos Económicos 2019, 99.8% pertenecen al conjunto de establecimientos micro, pequeños y medianos.

    A 17 meses de concluido el levantamiento censal, el Estudio sobre Demografía de los Negocios 2020 estima que, de los 4.9 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos sobrevivieron 3.9 millones (79.19%), es decir, 1 millón 10 mil 857 (20.81%)

    cerraron sus puertas definitivamente y nacieron 619 mil 443 establecimientos que representan 12.75% de la población de negocios del país.

    Estos datos se combinan con las cifras en materia de la inversión fija bruta, la cual desde diciembre de 2018, según datos del INEGI, ha venido registrando comportamientos anuales negativos. La última cifra ubicó este indicador en -17.4% correspondiente al mes de agosto de 2020.

    Cómo se puede colegir, la 4T y su gobierno están obligados en 2021 a contribuir a que las empresas resurjan y tengan frente a sí los factores que les aseguren más confianza, certidumbre y equilibrio institucional y ambiental, a fin de que este sector contribuya, a su vez, a elevar nuestra competitividad y crecimiento. Este tema será decisivo en las elecciones y abrirá la crítica, la creatividad social y la negociación de espacios políticos.

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