ES URGENTE

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    Columna de

    Héctor Manuel Pérez Cuéllar

    Son numerosas las encuestas de opinión; que suelen realizarse para conocer que piensan las personas sobre la problemática que los rodea, en especial con la Inseguridad. En casi todas las respuestas; encontramos la angustia que permea todos los ambientes como resultado de la criminalidad que afecta la tranquilidad de los ciudadanos.

    No hay una sola zona que se salve; tanto rural como urbana, se puede apreciar una cultura de la violencia generalizada, que ha dañado tanto física, psíquica, social, moral, política, cultural o patrimonial al ciudadano para ejercer sus libertades con tranquilidad.

    La casuística y la inmediatez; son factores que aplican las autoridades para la solución la de Inseguridad, parece que es importante adoptar medidas efectistas pero incapaces de dar verdadera solución a una problemática cada día más compleja.

    En diversas ocasiones; he tratado que se requiere una Política Criminal de gran calado, que permita abarcar desde los códigos penales, el procedimiento penal y el sistema penitenciario, y concluir con una estrategia anti-delictual que en muchas ocasiones la toman como una forma de aumentar penas y con ello se piensa que se controla el aumento de los delitos, y la razón que planteo es generar otros factores que de verdad cambien el panorama del aumento de los delitos.

    El sentimiento de la Inseguridad; no siempre tiene bases en una situación real, pero permeado en la comunidad se convierte en factor difícil de erradicar.

    El temor al delito y a la violencia; ha llevado adoptar medidas represivas tanto de la autoridad como de los ciudadanos, que no han servido para eliminar o contener estos fenómenos que requieren soluciones más profundas.

    Los factores impulsores de la delincuencia; son los que deben impulsar a la autoridad en la selección de las políticas a implementar con posibilidades de éxito. No se trata de erradicar la delincuencia; esto resultaría utópico pues el delito es un fenómeno ligado a la existencia misma de la sociedad.

    En el combate contra el delito y la criminalidad; es simplista el pensar que solo con utilizar los organismos de Seguridad, medidas represivas o el endurecimiento de penas se puede erradicar la criminalidad. Esta forma de pensar; muy actual de nuestras autoridades no atiende de forma apropiada el fenómeno que estamos viviendo.

    Si se quiere asumir en forma apropiada y de solución; el problema de la Inseguridad, debe de plantearse métodos de investigación, estudios y análisis permanentes de los fenómenos sociales, elementos de juicio que permitan diseñar estrategias, tácticas y medios sociales adecuados para controlar de una manera óptima la criminalidad y la violencia.

    Es indispensable; para tener éxito, la participación y colaboración del ciudadano, en la solución de los problemas que le aquejan, debiendo reflexionar que los factores de delincuencia y criminalidad son multifactoriales, por ello hay que trazar una Política Criminal integral con la firme participación de Sociedad, Autoridades Fuerzas Públicas y Funcionarios que atiendan los Servicios Públicos en general.

    Hemos hecho una infinidad de acercamientos; con la sociedad en términos de Seguridad Pública, en su gran mayoría todos han sido fallidos; por ello, el implementar modelos medibles y reales de acercamiento social, que tengan objetivos colectivos, formulados de manera concertada Autoridad y Sociedad, y en función de su pequeño territorio a cubrir de necesidades y servicios, que le corresponde al Gobierno y a su exigencia de la sociedad.

    Esperar que todo provenga por arte de magia; es la Política que hasta la fecha se ha empleado, creo que estamos llegando al filo del precipicio, en donde el punto de inflexión debe de ser positivo, para dar impulso a una nueva forma de tratar la Inseguridad.

    Lo anterior; es comprender que es necesario cubrir, políticas económicas, sociales, educativas, culturales, de salud, vivienda, urbanismo, comunicación, participación social, recreación, deporte, servicios básicos, de Justicia y Seguridad con ello será capaz el Estado de fortalecer el espíritu de sociedad el de pertenencia a México y la solidaridad con todos y para todos.

    El diseño de esta política Criminal, deberá descansar en un organismo con profesionales de la investigación en Seguridad en todas sus vertientes, debe contar con el apoyo irrestricto del Estado, la Sociedad, las Universidades claro está que sin tintes Políticos de ninguna especie y que todos converjan en la misión de generar un producto que sirva para las generaciones futuras.

    Lo apremiante; no debe de ser el factor a cubrir, sino la necesidad de crecer en la forma de atacar nuestros males que han deteriorado a la sociedad en conjunto, profundizar en los laberintos de los males que han dejado a nuestro país en el estado que se encuentra, nos debe de llevar a decisiones profundas, serias y responsables, nada es tardío si tenemos ese factor que nos caracteriza de Nacionalismo profundo, con el podremos librar está batalla que ha lastimado tanto a nuestro México.

    “El Crimen Organizado en México es que se origina, sostiene y nutre desde las Estructuras del Estado, en particular de aquellas que teóricamente existen para combatir, precisamente, a la delincuencia”.

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