EN 2022 PODRÍA AUMENTAR LA POBREZA EN AMÉRICA LATINA Y MÉXICO.
Ricardo Caballero de la Rosa
En los últimos años se han presentado choques externos que han afectado las condiciones de desarrollo en el mundo y en América Latina. A la crisis financiera internacional de 2008-2009 siguió la complicación en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la pandemia y en este año la guerra en Ucrania.
Esos choques han debilitado la globalización como motor de crecimiento y han puesto a las razones geopolíticas en primer lugar. En América Latina han debilitado la estructura económica, impactado negativamente la inversión y el desarrollo de capacidades humanas y tecnológicas y generado insuficientes avances en la productividad laboral.
Esta situación afecta el desempeño de nuestras economías y eleva las presiones inflacionarias de manera que la población en general se ve afectada por esta mayor incertidumbre. Y aunque lo mercados laborales se recuperan, lo hacen de manera lenta y no generalizada, aumentando la economía informal.
La inflación y el deterioro de las condiciones de vida darán como resultado que la pobreza se incremente en este 2022. Según el estudio reciente de la CEPAL de 2022, que analiza las repercusiones de la guerra de Ucrania en los países latinoamericanos, la incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33.0% (0.9 puntos porcentuales más que el valor proyectado para 2021). La pobreza extrema alcanzaría un 14.5% (0.7 puntos porcentuales más que en 2021). Estos resultados reflejan el crecimiento de precio de los alimentos.
El estudio reconoce que en 2021 se redujo la pobreza en 0.9 puntos porcentuales respecto a 2020 y la pobreza extrema mantuvo ese año la tendencia al aumento de los años previos. La incidencia prevista para 2022 supera los valores de 2019 en 2.5 puntos porcentuales en el caso de la pobreza y 3.1 puntos porcentuales en el caso de la pobreza extrema.
Si la inflación continúa aumentando, la pobreza total crecería 1.6 puntos porcentuales y la pobreza extrema 1.1 punto porcentual, en comparación con el valor proyectado para 2021. En ese caso no solo la pobreza extrema, sino también la pobreza llegaría a niveles superiores a los registrados en el primer año de la pandemia.
Así, el aumento de 1.1 punto porcentual de la pobreza extrema implicaría que 7.8 millones de personas se sumaran a los 86.4 millones cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo. La CEPAL calcula que en el caso de México la pobreza podría aumentar 1.3% en 2022. Si la inflación sigue aumentando y con ella crece el precio de los alimentos, el impacto sería mayor y se podría llegar a 2.3 puntos porcentuales más.
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