DE NUEVO MENOR CRECIMIENTO: IGAE -1.6% ANUAL EN FEBRERO

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    INYECTAR RECURSOS ES PRIORIDAD, PERO LA 4T RECORTA EL GASTO.

    Ricardo Caballero de la Rosa

    La economía está en franca recesión y la emergencia provocada por el COVID-19 tendrá como resultado un efecto aún más pernicioso en su desempeño. No debemos caer en la trampa en creer que el país no crecerá en 2020 debido al coronavirus. La tendencia de un menor crecimiento y la llegada de tasas de crecimiento negativas es obra de la 4T y su gobierno.

    Así lo muestra el más reciente indicador publicado por el INEGI que es el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) cuya tendencia a la baja comenzó en enero de 2019, es decir, con el inicio del gobierno federal actual.

    El último dato de este IGAE se dio a conocer recientemente (24 de abril de 2020) y presentó una disminución de -0.2% en términos reales en el mes de febrero respecto a enero de 2020, con cifras desestacionalizadas.

    Además, por grandes grupos de actividades, las primarias descendieron -5.7% y las secundarias cayeron -0.6%. Las terciarias crecieron apenas 0.1% durante febrero en comparación con enero.

    En términos anuales, el IGAE registró una reducción real de -1.6% en febrero respecto al mismo mes de 2019. Por grandes grupos de actividades, en comparación con el mes de febrero de 2019 las primarias retrocedieron -8.3%, las secundarias -3.5% y las terciarias lo hicieron en -0.3%.

    Uno de los sectores más afectados es la construcción. El valor de la producción generado por las empresas constructoras en el país cayó -15.6% anual durante febrero, lo que representó su peor caída desde que hay registros, es decir, desde 2007. El indicador ya acumula 20 meses al hilo con retrocesos. Esta racha negativa se compara con la del periodo 2012-2014, cuando registró caídas en igual número de meses, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC).

    El Banco de México ha estado atento a estas circunstancias de un escenario adverso para la actividad económica y un agudo choque en los mercados financieros. Ante ese entorno, la institución anticipó que la contracción económica pueda rebasar el -5% anual tan solo en el primer semestre.

    Es por estos motivos que Banxico decidió bajar 50 puntos base de manera extraordinaria el 21 de abril la tasa de referencia para dejarla en 6%, además de que anunció medidas adicionales para garantizar el buen funcionamiento del sistema financiero. Además, logró poner en circulación liquidez equivalente a 750 mil millones

    de pesos ante la crisis económica, recursos que no entrarán de golpe pues dependerán de la demanda de crédito y de los propios usuarios.

    Esta medida anticrisis se compara de manera destacada respecto al “programa de reactivación económica del gobierno” pues en lugar de inyectar recursos a la economía, como medida anticíclica, la 4T insiste en reducir el gasto público, en un ambiente mundial “neoliberal” en que prácticamente en todos los países se está inyectando más gasto a fin de compensar el menor dinamismo.

    Con estas acciones, se estima como lo han enfatizado analistas de Citibanamex y BBVA que la caída en 2020 podría llegar a 10% a 12% en los escenarios más negativos.

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