AUMENTA LA POBREZA LABORAL A 44.5% TRIMESTRAL.
Ricardo Caballero de la Rosa
El INEGI dio a conocer los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (NOE) para el trimestre julio-septiembre de 2020. Los datos que presentan son de consideración.
La Población Económicamente Activa (PEA), la cual se integra por las personas que en el momento de la encuesta estaban ocupadas o desocupadas, fue de 53.8 millones en el tercer trimestre de 2020, -3.6 millones menos que en igual periodo de 2019. La variación anual fue de -6.2%, siendo la PEA femenina la más afectada con una disminución de -9.7% frente a una reducción de la PEA masculina de -4%.
La tasa de participación económica en el tercer trimestre de 2020 fue de 55.5% de la población en edad para trabajar, -4.9 puntos porcentuales inferior a la del tercer trimestre del año pasado.
La población ocupada representó el 94.9% de la PEA, en tanto que la población desocupada alcanzó el 5.1% en el tercer trimestre de 2020, la cual es 37.8% mayor que la del tercer trimestre de 2019 que se ubicó en 3.7%. En los hombres el 94.7% de la PEA estuvieron ocupados y el 5.3% desocupados; por su parte, en la PEA femenina, el 95.1% fueron ocupadas y el 4.9% desocupadas.
Estas cifras significan que, con el aumento de la población desocupada, menores ingresos llegan a las familias. En este sentido, el CONEVAL presentó sus estimaciones en materia de pobreza y señaló que el ingreso laboral real tuvo una disminución de 6.7% entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020, lo que implicó el aumento de la pobreza laboral (porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria) de 38.5% a 44.5% en este periodo, lo cual se vio reflejado en un incremento de la pobreza laboral en 28 de las 32 entidades federativas.
La situación como se observa es grave y el deterioro marcado, pues no sólo se perdieron empleos, algunos de los cuales se han ido recuperando, sino que se agudizó la pobreza salarial al disminuir el ingreso familiar.
Así, entre el primer y tercer trimestre de 2020, es decir, entre el inicio de la pandemia y el inicio de la nueva normalidad, el ingreso laboral real tuvo una disminución de 12.3%, y un aumento de la pobreza laboral de 35.7% a 44.5%. Este comportamiento contrasta con la tendencia creciente en el ingreso de los últimos años.
De este modo, según el CONEVAL, un total de 12 entidades federativas mantuvieron niveles de pobreza laboral por encima del 45% en julio, agosto y septiembre (Chiapas,
Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz).
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