SE COMBINARÁN PANDEMIA Y CRISIS ECONÓMICA MUNDIALES.
Ricardo Caballero de la Rosa
El crecimiento de la economía mundial dependerá tanto de la efectividad de los sistemas de salud pública, a fin de contener la pandemia y lograr una distribución rápida y amplia de las vacunas, no obstante los obstáculos logísticos existentes en muchos países en desarrollo, como de la profundidad de los apoyos a las empresas y hogares.
Los riesgos se harán presentes y la situación de incertidumbre es inminente. Aunque existen pronósticos de crecimiento, las perspectivas resultan aún inciertas y pueden presentarse complicaciones, como un resultado por debajo de las proyecciones.
En efecto, el informe del Banco Mundial denominado Perspectivas Económicas Mundiales, de enero de 2021, señala que se espera que la economía mundial se recupere y crezca en 4%, después de que en 2020 se estima una contracción de -4.3%, la cuarta recesión mundial más profunda en los últimos 150 años, solo superada por las dos guerras mundiales y la Gran Depresión.
A pesar de esta circunstancia, podría presentarse un escenario a la baja en el que los casos se disparen y sean necesarias restricciones adicionales en las actividades productivas, y ello se combine con un proceso de vacunación con múltiples óbices. Estos y otros hechos podrían hacer que se diese una recuperación más débil y prolongada con un exiguo crecimiento mundial de 1.6%.
El Banco Mundial advierte también de riesgos financieros y situaciones agudas de volatilidad. En caso de que las condiciones financieras se endurezcan drásticamente y las autoridades no sean capaces de controlar las tensiones e incumplimientos generalizados que pudieran expresarse, se podrían producir crisis financieras, que posiblemente causarían una reducción de los ingresos en todo el mundo.
Asimismo, en su informe el Banco Mundial revela que las condiciones en que se desenvolverán los países emergentes y en desarrollo serán distintas a los considerados de ingreso bajo.
En el caso de las economías de mercados emergentes y en desarrollo la estimación es que crezcan en promedio un 5% en 2021, después de los impactos económicos que arrastraron con 10 años de crecimiento del ingreso per cápita en más de una cuarta parte de los países de este grupo. La mayoría del aumento del PIB este año se deberá a China, que sería superior a 9%. Si se excluye a este país, las economías de mercados emergentes y en desarrollo crecerán a un ritmo más moderado del 3.4 %, dado que muchos países siguen enfrentando brotes del coronavirus.
Entre los países de ingreso bajo, se espera que el crecimiento económico llegue a un 3.3 % en 2021, después de una contracción de la actividad calculada en -0.9 % en 2020. A pesar de la recuperación del crecimiento, este está muy por debajo del ritmo previo a la pandemia. Además, se prevé que los ingresos per cápita serán más bajos en la mayoría de estos países, un signo del impacto en la reducción de la pobreza causado por la pandemia. Es probable que los impedimentos logísticos en la distribución de las vacunas, que podrían retrasar el proceso de vacunación hasta en un año en comparación con las economías avanzadas, representen un importante obstáculo para la actividad económica.
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