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    ¿Quién ganó EL DEBATE EN TLAXCALA?

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    Quiénes lo hicieron bien y quiénes salieron reprobados.

    Redacción conceptouno.tv

    Tlaxcala, Tlax. 16/05/2021 Los participantes no dejaron espacios para pensar lo mejor de ellos. Unos fueron la receta de lo que se les ha inculcado en semanas de entrenamiento; otros evidenciaron la ausencia de preparación, y algunas fueron gratas sorpresas en su discurso y articulación de argumentos.

    La cita se dio a las 7 de la noche, propiciada por el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones y la transmisión por televisión fue a través del canal local del gobierno y de las diferentes plataformas de internet como YouTube. Propios del territorio y ajenos, en 120 minutos esperaron las propuestas de los candidatos. Nada más lejos de esa posibilidad.

    Los destellos fulgurantes fueron pocos y se dieron por momentos.

    Anabell Ávalos Zempoalteca, candidata de la coalición Unidos por Tlaxcala cumplió con el esperado desempeño, nunca se enfrascó en atacar a la supuesta rival más fuerte Lorena Cuellar, de MORENA, quién sin decirlo abiertamente, le lanzó uno que otro mandoble de una espada sin filo de argumentos totalmente improvisados. Salió bien al paso del debate.

    Lorena Cuellar, candidata de la coalición “Juntos Haremos Historia” vagó entre el ataque y su trayectoria, labor, y espacios que fueron más anecdóticos. No tuvo brillo, no alcanzó a mostrar el porqué de su presencia en ese espacio. Perdió la oportunidad de proponer, de mostrar, de parecer lo que tanto le hace falta a Tlaxcala: gobernantes con amplio conocimiento de los problemas, con respuestas y soluciones.

    Diferentes sin duda y una sorpresa fueron dos de las candidatas; sus argumentos, su manejo de la escena y conocimiento de los temas les ganó por separado, una mejor percepción a través de las pantallas de la televisión y los dispositivos: Eréndira Jiménez Montiel, candidata de Movimiento Ciudadano y Viviana Barbosa Bonola, candidata de Fuerza por México.

    Eréndira Jiménez Montiel de movimiento ciudadano, mostró conocimiento de escenarios y problemáticas tlaxcaltecas; dominio de temas y señalamientos puntuales sobre la corrupción e ineptitud de antes. Fue hábil de expresión y articulación verbal, virtudes que la hicieron destacar.

    Viviana Barbosa Bonola, candidata de Fuerza por México, hizo puntuales señalamientos, apunto propuestas interesantes en medio ambiente y fustigó a sus competidores electorales a quienes señaló de copiar sus iniciativas. También su oratoria y argumentación le hicieron brillar.

    Juan Carlos Sánchez García, apodado SAGA, de Redes Sociales Progresistas. Otro que aprovechó mejor el espacio; único candidato hombre en el debate y la elección, no tuvo que leer lo que tenía preparado, se mostró seguro, sonriente. Respondió y criticó, y en su momento censuró la declinación de una de las candidatas al sumarse a Anabell Ávalos. Hizo propuestas con seguridad y afirmó que dinero si hay para atender los proyectos como el rescate de ríos evitando los desvíos de recursos.

    Evangelina Paredes Zamora, candidata del Partido Impacto Social quién prometió grandeza para Tlaxcala y una mejor educación fue de lo peorcito de la noche. Mal su expresión en cada idea, tropiezos con palabras que le fueron difíciles de pronunciar, así como atropellarse al hablar fue la constante. Sus dimensiones para el debate quedaron muy cortas y se notó todo el tiempo.

    Liliana Becerril Rojas, candidata del Partido Encuentro Solidario fue La perla oscura de la noche.
    La peor en todo momento, leyendo cada palabra que decía sin levantar la cara para ver a las cámaras; se notó que no sabía o no dominaba lo que llevaba por escrito. Se tropezó, cayó decenas de veces sin entender lo que estaba leyendo y la mala respiración producto de los nervios, la sofocó durante casi todo el tiempo.

    La tragedia personal le sobrevino cuando sin convicción al expresarlo y torpemente, anunció que declinaba en favor de Anabell Ávalos. Dijo así: No es la vía que quería pero sé que debo anteponer lo menor por el bien de Tlaxcala.” Hasta en eso se equivocó asumiendo que quiso decir “mejor”.

    La producción de televisión del debate tuvo algunos tropiezos iniciales con el audio, pero en lo general sucedió con el nivel profesional que se requería.

    En la conducción, los periodistas moderadores fueron precisos y claros en sus cuestionamientos al informar a los candidatos el tiempo disponible para sus respuestas y réplicas.

    El debate concluyó y veremos si este ejercicio señalado como democrático, tendrá efectos en las decisiones del electorado lo que deja más incertidumbres que certezas.

     

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