Carlos Ramírez
Apenas está comenzando el año 2022 y las expectativas del marco macroeconómico oficial han quedado fuera de rango racional. Pero el problema no radica en la oscilación de las cifras del crecimiento en una situación de emergencia pandémica, sino en la falta de una estrategia integral de reactivación de la economía productiva que debiera ser pactada con el sector privado y con el sector laboral.