Columna de Héctor Manuel Pérez Cuéllar
El País está a expensas de que las Fuerzas Armadas, que entre comillas hacen de todo, reaccionarán en la parte más significativa para los ciudadanos que es la Seguridad ante una Delincuencia Organizada y no Organizada, que avanza y no se detiene ante nada, aquellos tiempos que era un factor de respeto al Ejército, hoy nadie de la Delincuencia le teme o respeta, la fórmula está agotada y, peligrosamente a punto de ser obsoleta.
Las medidas de un Estado Mexicano, con ello me refiero al Presidente, Gobernadores y Presidentes Municipales, fracasan y fracasan, desde la frontera norte hasta la frontera sur, la esperada señal, de eficacia, no se ve que llegue y, solo aparece en el cielo de esta hermosa Nación, el dolor, el miedo, la impotencia, la frustración y la desesperanza, dibujada en un mar de terror, y que, riega el suelo mexicano con sangre de inocentes, sin solución alguna, quien o quienes, aporta algo con decisión y firmeza, así como respuestas adecuadas, dejando fuera la politiquería y, esa perversa forma de decir nosotros lo hicimos mejor, no señores hay que sumar todos los talentos.
Cuando la víctima está presente, es seguro que las agresiones se presentan, ya no es el solo hecho de robar, no ahora es lastimar y en muchos casos arrebatar la vida, quienes, lo hemos vivido, y que por suerte aun lo contamos, así de igual manera, hay muchas víctimas, que solo sus deudos lo viven y, eso sí, quedan en total la impunidad de sus casos, saben eso está viviendo nuestro México, los enfrentamientos son constantes, cuando identificará la Autoridad Federal que, sus innombrables abrazos y no balazos, no sirven, ante unos delincuentes sin sentimiento alguno, la Fuerza del Estado Mexicano debe actuar en consecuencia.
Las poblaciones de un Estado como lo es Zacatecas, no les causa la mínima compasión, que pueblos enteros abandonan sus hogares, decenas de desaparecidos, y que no muevan a ese gobernador tanta destrucción de su Estado, que pide que Dios los proteja, los Narcos se apoderan de los pueblos y, la reacción de la Autoridad es llegar para que los pobladores regresen a recoger sus pertenencias y resguardarse en la población más cercana y habitada como es el caso de Fresnillo, Jerez o Valparaíso, que déjenme revelars están con el mismo Problema de Inseguridad.
Los pobladores, ya no salen a la calle, las personas no usan ningún accesorio de valor, porque hasta la autoridad les dice que si los asaltan es su culpa, en qué clase de país estamos parados y que clase de gobernantes tenemos.
El transporte público abandonado por la Autoridad, para que de lo contrario fuera digno y eficiente, es el lugar perfecto para la delincuencia y, surge la pregunta, como evito cualquier sitio de estos, si es la actividad diaria a la que nos enfrentamos y, tenemos que salir y usar, eso de que los impuestos estan trabajando, es una mentira total.
Hemos escuchado, hasta el cansancio, que así nos dejó el País, no señores ya basta de tanta mentira enmascarada en los culpables del pasado, esto que vivimos hoy, es su culpa, si tú, Presidente de la República, ustedes Gobernadores de los Estados y no pueden faltar, los Presidentes Municipales que prometen y no cumplen nada.
El deterioro, se sitúa en el comienzo de esté Gobierno y de los tres niveles que lo componen, no hay uno solo que destaque, todo lo realiza las Fuerzas Armadas, que como en otros sexenios anteriores, tuvo la misma actuación y el resultado ha sido el crecimiento de la Delincuencia, de lo contrario ahora se estaría viviendo tranquilidad de la cual estamos muy lejos, la verdadera forma de combatir con intención que de resultados, es el, entregar Instituciones de Seguridad, con visión de crecimiento como en otros países, con formación de profesionales, pero no lo que vemos, en la Guardia Nacional que ni manejar saben, no traten de vernos como niños de kínder.
Esa malévola cuestión, de considerar que la culpa es de los Neoliberales, son señalamientos de ver ello como juegos artificiales, la realidad es la incompetencia de quien ordena y de quien aplica, no puede ser que, aunque se llama Delincuencia Organizada, este más organizada que el Estado Mexicano, los deterioros de la Violencia e Inseguridad, comparativamente con los años de los anteriores sexenios, están superados, cuál será el discurso y, cuál es el plan de acción, nadie lo sabe.
Ese camino de poner el Narcotráfico, como el generador de la Violencia e Inseguridad, es una falacia, los delitos del fuero común que lastiman a las pequeñas y grandes ciudades, esos son los que más hieren a la Sociedad, es como querer visibilizar, que las desapariciones forzadas, la represión estatal, la violencia familiar y, los feminicidios no existen, que los Gobiernos locales son muy efectivos y, para afrontar la cruel realidad, son deficientes y omisos en el servicio que deben prestar a sus comunidades.
Se han preguntado las Autoridades de cualquier nivel, de que o como viven los desplazados de sus poblaciones que como ejemplo están los ciudadanos de Zacatecas, como los ponen a vivir, como campos de concentración, o los ponen en una especie de archipiélago de su propio lugar donde nacieron, crecieron y se desarrollaron, y que, ahora tiene que empezar algo que ni siquiera saben que, México enfrenta un problema estructural de ineficiencia en materia de Seguridad y sus consecuencias sociales y, repito su frase de abrazos y no balazos, no tiene en el fondo una Política Pública que mejore la tan ansiada Paz de México.
En estas pequeñas líneas, me expreso como muchos quisieran hacerlo, la famosa mañanera me gustaría que fuera un ejercicio real periodístico, con información de interés de la Nación, y no, un catálogo de reclamos de un pasado o de pleitos contra periodistas, si quieren arreglar sus diferencias de pensamiento político o de insultos háganlo en una mesa privada, México es más que ustedes dos, al menos así debería ser y, si lo vemos más profundo su mañanera del señor Presidente, debe tener un ejercicio, que recibir a ciudadanos y enfrente las realidades contadas por los que sufren las consecuencias de su mal gobierno.
Cambiar de cómo se comportan en los Gobiernos, muy difícil, pero hay que protestar, aunque lo hagamos en un desierto de egos, que no escuchen a quienes los pusimos ahí, esperanzados en una Transformación de la vida pública y de gobiernos honestos y profesionales, insistir en nuestros derechos de ciudadanos, es una tarea, que debe hacerse diario y con constancia, la revolución es la revolución de conciencias activas.
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