Columna de Héctor Manuel Pérez Cuéllar
La Violencia por sí sola no se puede entender si no recurrimos a describir el famoso “Triangulo de la Violencia”, la Violencia Directa, la Violencia Cultural y la Violencia Estructural.
En ello Johan Galtung, describe su teoría de la interrelación de las tres, pero nos podemos dirigir de inmediato a la Violencia Directa, en ella nuestra Sociedad está inmersa con todos los factores que sabemos interactúan con ella, en una de mis columnas que lleva por Título “Los Instrumentos de la Muerte”, hablo de las armas de fuego de su forma tan fácil de adquirirlas en cualquier parte de nuestro México, nadie quien desee adquirir una basta dar una vuelta en la navegación del Internet normal y el profundo para comprar una, está gran amenaza es la primera de las alternativas del crecimiento de la Violencia Directa, sin ellas, de verdad si tendríamos un México cercano a tener Paz.
El resultado de un Estado Débil nos mantiene con expectativas de cómo alcanzar la Seguridad que todos anhelamos, se pensó en un momento que la transición del poder cambiaria las cosas, pero ha resultado al menos en esta materia sin un rumbo correcto y definido de hacia dónde vamos, los Militares no cambiarán la Estructura de un horizonte promisorio solo se verán Regiones con ocupación de Fuerzas Armadas, pero en ese matiz democrático de una Seguridad Ciudadana no tendrá un buen puerto, el binomio que todos esperamos de gobernabilidad-seguridad se ve más como una relación acotada al aseguramiento del control y gobierno de una parte de la República por medio de la neutralización de toda amenaza interna o externa que atente contra la soberanía y el Estado de Derecho, sin embargo hoy los conflictos tienen diversidad de afectaciones por la Globalización, los aportes de armas, instrumentos alternos de guerra como los drones con explosivos y el tráfico indiscriminado de Instrumentos de la Muerte, así lo anterior no evoluciona favorablemente el sentido hacia la dimensión humana de una Seguridad Ciudadana, con y para los Ciudadanos.
Hoy nuestros sistemas de gobiernos nos dice que los Presidentes Municipales duran 3 años, los Gobernadores y Presidencia de la República 6 años, mientras todos no empaten en 6 años, las transformaciones continuas serán una constante de cómo afrontar esa Violencia Directa, los agentes que son multifactoriales que estancan las estrategias de Seguridad, siempre parecen una constante, cambios recurrentes de los encargados de la Seguridad, sin medir que la continuidad es un factor favorable para disminuir los actos de Violencia Directa, que todos esos Instrumentos de la Muerte se les puede sacar de las calles, que en la medida de su inventiva y conocimiento de Gobernanza se puede tener planeación e intención con visión futura de Ciudades Seguras, pero es más fácil desgraciadamente tener preferencia por los negocios que el servicio.
El miedo que el ciudadano vive día a día, cambia su comportamiento social, la desconfianza es hacia todo y hacia todos, entonces de qué manera sintetiza su forma de defenderse pues si están en lo cierto, generando violencia contra violencia, ello lo podemos observar hasta en las niñas y niños, reciente acabo de compartir en mi perfil del Facebook, como dos jovencitas pelean, lo lamentable que el resultado de esta diferencia fallece una de ellas, su edad en mi opinión debe estar en la franja de los 14 o 15 años, pues fue en una escuela secundaria de Navojoa Sonora, estos actos son los que cuando uno trata de entender de qué sirven tantos estudio, tantas reuniones de políticos que miren siempre se dicen expertos en todo o en dar una vuelta por infinidad de protocolos que a la larga solo son mudos papeles que no responden a la realidad de nuestro hermoso País, que carajos hacemos como sociedad que no construimos el respeto y las buenas costumbres.
La ingobernabilidad, es la desvinculación de la Sociedad a su forma de gobierno, pues deslegitimiza a sus Instituciones, pues la realidad son gobiernos débiles ya que no satisfacen las necesidades de sus gobernados, las cargadas exigencias ciudadanas son infinitas, ingresos fiscales deficientes y cuando los hay los destinan más a su proyección de imagen para su sentido operacional del siguiente puesto, así la Violencia Directa se encuentra perfectamente interrelacionada con las otras dos La Cultural y la Estructural, que acaso es muy difícil de entender, o todo lo quieren solucionar con Fuerzas del Orden con presencia e imagen de un Estado de excepción.
Resolver los problemas que enfrentamos no es una tarea que lleve ni tres ni seis años, deberá pensarse que hay que hacer un alto y cambiar el paradigma de lo que hacemos como Nación.
La intervención coercitiva es necesaria, pero no lo es todo habrá que jerarquizar de mejor manera las necesidades y evitar el predominio de solo contención hoy por hoy debe ser prioritario generar una Seguridad Integral, que nazca desde el Municipio y termine en lo Federal, cada uno tiene su parte de atención no se pueden desvincular unos de otros, todos son México, la división en la que se encuentra la sociedad no es producto de una receta que los políticos nos den y nosotros muy obedientes las seguimos, hay que hacer patria siendo mexicanos libres depender de los partidos políticos o sus miembros es históricamente un desperdicio permanente, queremos cambiar cambiemos en el seno de nuestros hogares, no más jovencitas en conflicto con resultados de muerte, no más violencia urbana, no más mujeres violentadas y desaparecidas, nos necesitamos todos para todos.
“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”. (Elie Wiesel)
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