¿De esta manera se construye confianza...? Pesa más la demagogia y la manipulación perversa
Lunes, Octubre 16, 2023
XAVIER GUTIÉRREZ
Mucho de lo que vemos ahora mismo en el paisaje urbano será sometido a revisión y análisis en el corto y mediano plazo.
En Puebla y en todo el país.
Nos referimos a la lucha por el poder. Sus formas, sus actores, sus vicios, sus abusos.
Aquí, creímos haber visto todo en materia de saturación de imagen vacua en los días de Moreno Valle.
En aquellos días del morenovallismo hice un viaje a Chiapas. Vi por autopistas y carreteras, allá por Palenque, enormes espectaculares promoviendo su libro.
Leí después que fue el libro más promovido en la historia de México y el menos leído en la misma historia. Se vendieron cuatro o cinco ejemplares. Se leyeron dos.
Hoy, aquello ha sido rebasado con creces.
La propaganda que domina y contamina calles, bulevares, esquinas, transporte, cielo y tierra es apabullante.
Es algo jamás visto.
Asfixia.
Buen número de personas siente hartazgo.
Con sentido común juzga y condena. Cree que es dinero público, derroche público, y lo reprueba absolutamente.
Hay quien ve eso y piensa en el bolsillo. Abundan los baches y vuelan millones en forma de espectaculares.
No es bueno el servicio en hospitales y faltan medicamentos, y en cambio hay un gasto espantosamente ofensivo en promover imágenes.
Esa contaminación que harta, repulsiva, habrá que ver qué produce.
Las interrogantes son muchas, se agolpan. La gente no se traga el incesante golpeteo visual por todos lados.
¿Esa forma de promoción construye dirigencias?
¿Así se siembra confianza?
¿Puede y pesa más el engaño, la demagogia visual, la manipulación grotesca y perversa, que el viejo camino de buscar la identidad vecinal a ras del suelo?
López Obrador optó por esto último. Tres veces recorrió miles de pueblos contra el desprestigiante papel de la mayoría de los medios… ¡y ganó!
Le decían que “era una amenaza para México”. Y ganó…
Invirtió tiempo, doce años mínimo. Perseveró tercamente. Para algunos siguió un método anticuado frente a la tecnología de la era digital. Y logró su objetivo.
¿Todo esto, nada les dice a los manirrotos cazadores del poder?
¿El fin justifica los medios…?
¿Si el dinero no procede del erario, de “moches”, guardados o desvíos, viene del narco?
Pero los flechadores de ilusiones no van solos. Eso es lo trágico.
Las autoridades electorales cierran los ojos, no existen.
Se someten obedientes a las reglas, órdenes que marca el poder y fingen demencia.
Son impotentes, so pena de perder el empleo.
Y buena parte de los medios marcha en la misma hilera.
La difusión y promoción de encuestas, fotos y notas falsas, es parte de lo mismo.
Prestan y venden membretes y encabezados falsos y se suman fervorosos, cálidos, obsecuentes a quienes pagan.
En este flanco tampoco hay confianza, credibilidad, penetración.
Hay complicidad. Ni más ni menos.
Simplemente es el negocio. Le dicen encantados a los aspirantes lo que quieren escuchar. Y estos pagan con largueza las zalamerías.
Es un círculo vicioso en el que todos estos personajes bailan al ritmo del autoengaño, la manipulación, el despilfarro, el dispendio.
Todos voluntariamente olvidan la conocida sentencia médica: “órgano que no se usa, se atrofia, órgano que se sobre usa se hipertrofia”.
Los mexicanos lo dicen de otra manera más llana y entendible: “el exceso de incienso tizna al ídolo”. Los mercadólogos también lo han aprendido: la saturación de propaganda surte el efecto bumerang.
¿Estos recursos y métodos abonan a la educación cívica de la gente?
¿Así se edifica el manoseado edificio de la democracia en este país?
¿Si hacen lo mismo (o lo peor...) de siempre, conseguirán resultados diferentes a lo de siempre?
¿Estamos viendo, como reiteradamente, la construcción del camino al poder, con escalones blandengues y resbalosos, lubricados y pulidos con chorros de dinero mal habido...?
A qué le tiras cuando sueñas mexicano….
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