LA SENSIBILIDAD Y EL BUEN EJEMPLO MUEVE A LAS PERSONAS
Elisa María Amador Cabrera, presidente DIF TEHUACÁN.

Por Julián de Jesús Peña, Enviado Especial.
Septiembre 2020

Licenciada en diseño gráfico, con maestría en mercadotecnia y administración de empresas y otra más en desarrollo de marcas globales, ha sido por 15 años catedrática de educación media superior y licenciatura. Hoy es desde hace unos meses, la presidenta del sistema DIF de Tehuacán.

Una mujer formada en los ámbitos del conocimiento global de las cosas, de las empresas y del marketing, sorprende gratamente por su alta sensibilidad social y la relación que tiene con los valores integrales y la dignidad del ser humano.

Elisa María, a diferencia de algunas figuras públicas ya experimentadas en la política, no se ocupa por evitar mostrarse con naturalidad. Todo lo contrario, habla con evidente sinceridad de sus pensamientos e ideas, algo que será la constante en la entrevista.

De suaves palabras y expresión muy amable que llega a ser emotiva y dulce, la primera dama del municipio más importante del estado de Puebla, después de la capital angelopolitana, revela como ha logrado que, en cuestión de dos meses, muchas cosas positivas con apoyo social, se han dado en favor de los más débiles y vulnerables como son mujeres, niños y ancianos en desamparo.

Al llegar a la administración se dio cuenta de la gran responsabilidad que el cargo representa: que es “tratar con respeto a la dignidad humana”.

Somos un equipo muy fuerte, hablamos de la atención de todas las áreas del DIF y de los departamentos del ayuntamiento que se sumaron a la tarea de auxiliar a la población vulnerable ante la difícil pandemia del COVID 19.

“Las cosas no se cierran, yo he visto puertas abiertas”. Habla de la donación de comida, frutas, ropa, ¡mis hijos! – dice emocionada al citar que sus pequeños se suman a donar-.

Cuando encuentra familias enteras sin ayuda, discapacitados, niños desnutridos revela su viva intención de ayudarlos.

- “En el albergue las niñas te abrazan, te ven como un ejemplo. Quieren que vayas a jugar con ellos”, nos dice conmovida.

Entiende que la diferencia es predicar con el ejemplo. Los empleados municipales se sorprenden porque lo mismo Elisa María atiende a las personas, que así también toma una escoba y barre junto a ellos. Nos dice que los propios compañeros municipales se sienten alentados por el ejemplo y expresan que ¡si ella lo hace, ellos también!

- “como usted limpia yo limpio, si usted recoge yo recojo” – le dicen.

Afirma con vivacidad y convicción: yo creo que todo parte de un ejemplo. Tomas decisiones y todos los demás se mueven contigo.

Afirma que cuando termine su responsabilidad quiere ser recordada como “alguien que motiva, que quiere dar lo mejor”.

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